Agrupación Astronómica de Córdoba

Eludir la gravedad (V)

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Se han adaptado perfectamente al entorno urbano, cazan alrededor de faroles y lámparas en nuestras calles y patios, son las salamanquesas o gecos y pertenecen a la familia de los saurópsidos o reptiles escamosos. A diferencia de otros lagartos sus hábitos son nocturnos y se caracterizan por emitir ruidos chirriantes para comunicarse, pero sobre todo sorprenden por su capacidad de escalar superficies verticales e incluso transitar por los techos lisos de nuestras viviendas.

Han desarrollado la forma de adherencia más eficaz del mundo animal gracias a que sus patas poseen millones de microfibrillas o almohadillas adhesivas de un tamaño aproximado de 0,2 micrómetros (millonésima parte de un metro) que en contacto con la superficie crean unas fuerzas de atracción molecular llamadas de Van der Waals. Son fuerzas de atracción electrostática temporal entre las moléculas de las microfibrillas y las de la pared. El conjunto de todas estas pequeñas fuerzas crea una fuerza global que confiere al animal una adherencia que equilibra su peso y le permite moverse con facilidad por todo tipo de superficies y de pendientes. Estas fuerzas dependen del ángulo con el que las microfibrillas se adhieren a la pared permitiéndoles de esta forma despegarse y avanzar “eludiendo la gravedad”.

Esta característica ha servido de inspiración a empresas tecnológicas para innovar y resolver problemas mecánicos. Es la biomímesis o biomimetismo y permitirá en un futuro fabricar guantes o botas para que por ejemplo los astronautas puedan desenvolverse en el interior y exterior de naves espaciales donde la ausencia de gravedad a veces entorpece cualquier acción. Así, en la Universidad de Stanford se está desarrollando la cinta adhesiva geco cuya adhesión direccional le permitiría actuar aplicándola hacia un lado y liberarla cuando la dirección es revertida.

Estamos ante dos hechos de la evolución: uno, animales que se adaptan para desplazarse en cualquier pendiente o superficie incluso en seco para cazar y no ser cazados; dos, mentes complejas capaces de observar, comprender, diseñar y fabricar tejidos que imitan el mundo natural. 

Rafael Enriquez Centella